Algo está pasando…


El miércoles, después de una reunión con amigos de la que salí algo «alterada», volvía a casa en metro, cuando subieron al vagón una pareja de chicas que se reían mucho. Se me antojó imaginarme que eran lesbianas, para hacer el viaje, al menos en mi cabeza, más interesante. Sin embargo, algo sucedió mientras observaba a las chicas (que parecían llevar encima un cóctel psicotrópico más fuerte que el mío). Miraban a un chico con pinta de modernillo-estirao y se sonreían. Me fijé en el chico. Estaba completando un Cubo de Rubik.

Le daba vueltas y vueltas y ¡zas! una cara entera, ¡zas! dos. Me pareció curioso que el tipo se pusiera a hacer el Cubo de Rubik ahí en el metro, y además, ya empezaba a llamar la atención de más gente en el vagón. Aparqué mis pensamientos lascivos a un lado, y observé al chico. Seguía a lo suyo, quizás ignorando que estaba siendo el centro de atención del vagón, o quizás orgulloso de haber conseguido convertirse en eso mismo.

En algún momento, decidió que había llegado el momento de reponer fuerzas… ains.. ¡el reposo del guerrero! Así que sujetó el Cubo entre sus rodillas, abrió su mochila, y sacó una fiambrera. La abrió cuidadosamente, sin prisa, y sacó una galletita que desapareció después de 2 mordiscos. Con la misma parsimonia que antes, cerró la tapa de la fiambrera y las sustituyó por el Cubo entre las rodillas. Y así, con las fuerzas recuperadas y con las piernas en posición graciosa para que la fiambrera no se cayera, continuó con el cubito. En el estado en que estaba yo, todo aquello me parecía muy gracioso y estaba conteniendo la risa a duras penas, mientras miraba a las chicas, que se decían cosas con la mirada. En cierto punto del proceso, nuestro modernillo se agobió y en un gesto de impotencia o decepción, miró al cubo y movió la cabeza hacia los lados, negando, como si perdiera la esperanza, la fé, los ánimos y el tiempo en una gesta que no podría consumarse.  A mí me pareció divertido imitarle y mirarle a él con esa misma expresión de decepción mientras decía con la cabeza «nonono». Pero ¡no se rindió! Siguió dándole vueltas con pasmosa calma y, 20 segundos antes de que el metro llegara a la estación en la que ambos bajábamos, el cabrón lo acabó, hizo un juego de manos con el Cubo de Rubik. lo guardó en la mochila, y se bajó del vagón. Esto fue en la línea 5 del metro de Barcelona.

Me pareció divertido y pensé en escribir un post, pero decidí dejarlo para más tarde. Cuando lo decidí no tenía ni puñetera idea de que al coger el metro esta tarde, la línea 9 o 10, no lo sé muy bien, me he ido a sentar, justamente, delante de un chico, diferente al otro, más joven, dándole vueltecicas al dichoso Cubo de Rubik, aunque este sólo ha conseguido hacer 2 caras antes de llegar a la estación.

¿Qué narices está pasando?

¿Casualidad?

¿Se ha puesto de moda entre la gente cool?

¿Es una campaña de marketing encubierta para reflotar las ventas de Cubos de Rubik?

¿Es una especie de secta o hermandad o grupo de frikis, que hacen esto para llamar la atención de la gente?

Si es eso, ¿con qué objetivo? ¿captarles, saber si son lo suficientemente inteligentes para resolverlo y entonces sorberles el cerebro y conservarlos para implantárselos a los androides que sus sociedades secretas, en conjunto, están preparando para enfrentarse a la humanidad y demostrar que tenían razón con todo eso del Apocalipsis?

¿Se me está yendo cada vez más la cabeza y estoy empezando a soltar estupideces?

La respuesta a todas las preguntas…¡Quién sabe! Quizás nunca lo sabremos, o quizás sí. Lo único que sabemos es que: algo está pasando con los Cubos de Rubik.

Buenas noches días.

5 pensamientos en “Algo está pasando…

  1. Yo acababa de hacer el cubo de Rubik cuando me puse a leer tu actualización. Casualidad??? O______O

    (Es broma, soy pésimo con el cubo ese) xD

  2. La teoría de la secta es la más creíble. Yo les llamaba los modernikis, ellos se hacen llamar geeks y el resto de la gente les llama de diferentes maneras. El cubo de rubik es un entrenamiento de hacking de objetos físicos, no lo hacen porque sea cool, están intentando llegar al nirvana en lugares especiales como un vagón de metro, en su inagotable ansia de adquirir niveles dentro de la secta.

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