Sé que últimamente, las entradas de este blog son de tipo «vivencial», de cosas que me pasan, de YO-ME-MI-CONMIGO y no pretendo que PalabradeLagartija se convierta en el típico «querido diario», pero hay cosas que me pasan y me apetece escribir aquí… por curiosas, por inquietantes, graciosas o lo que sea.. en este caso, creo que esta «anécdota» cumple las tres cualidades anteriormente mencionadas.. es curioso, inquietante y gracioso…bueno, al menos para mí, aunque me quedo con lo de INQUIETANTE, de momento….
Retrocedamos. El pasado 28 de marzo, tras unas semanas ingresada en el hospital (por tercera, cuarta o quinta vez) se murió mi abuela, la madre de mi madre. Hacía días que no iba a verla, me acercaba al hospital y hablaba con mis padres, pero no la veía. Ese día la vi.. Fui a buscar a mi madre (que estaba allí cuidándola) para estar un rato con ella y me volví a casa del que vendría a ser algo así como «mi ex». A la media hora o así de estar allí, me llamaron. Se acababa de morir mi abuela. Dos días más tarde (30 de marzo) fue el entierro. Su marido, mi abuelo, no fue. Justo ese día le ingresaron a él en el hospital…
Como dije en el artículo titulado «Los tesoritos de mi abuelo«, estaba bastante jodido. Con sus altibajos, un día hecho mierda, otro día violento… Hacía más de un mes que no iba a verle, pero este fin de semana, me acerqué al pueblo y le visité. Es algo complicado. Siempre he considerado que mi abuelo es un grandísimo hijo de puta y pensándolo fríamente, se ha portado bastante mal con nosotrxs.. no es que le tuviera mucho afecto. Desde que ingresó en el hospital, el estado de salud de mi madre ha empeorado debido a las nuevas obligaciones que le han salido y bueno, ya estaba un poco cansada de todo esto. Así que el lunes fui a verle. Estaba en modo zombie y mientras mi madre le daba de cenar, yo me pasé 5 minutos mirándole fijamente y pensando: «a ver si te mueres ya… bueno, ya no, el jueves, que el miércoles quiero ir a un concierto y si te mueres ya, me puteas». «Muérete el jueves, muérete el jueves». Esa misma noche le dio una embolia. Ayer miércoles, volví a Barcelona. Antes de despedirme le dije a mi madre (EN BROMA!) que estuviera tranquila.. que hasta el jueves no iba a pasar nada. Cuál fue mi sorpresa y medioacojone cuando mi madre me llama justo antes de llegar a Barcelona para informarme de que mi abuelo se acaba de morir.. una hora después de irme del pueblo..Justamente 3 meses después del entierro de mi abuela y de su ingreso en el hospital.. curioso…. inquietante..
Sé que no pasa nada, que no soy una bruja (al menos en el sentido paranormal de la palabra), pero no puedo evitar sentirme extraña… Quizás estéis ante la nueva sustituta de la Dama de la Guadaña.